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Mostrando entradas de 2010

La Identidad Integral del Asesor Juvenil

 La palabra “asesor” proviene de “sedere ad”, que quiere decir “sentarse junto a” y sugiere la idea de motivar, acompañar, orientar e integrar el aporte y la participación de los jóvenes en la Iglesia y la sociedad y propiciar la acogida de esa acción juvenil en la comunidad. Identidad y características. El asesor de Pastoral Juvenil es un cristiano adulto llamado por Dios para ejercer el ministerio de acompañar, en nombre de la Iglesia, los procesos de educación en la fe de los jóvenes. La ministerialidad de la asesoría se fundamenta en Jesucristo servidor (Mt 20,28), que realiza el proyecto de amor liberador de Dios; en la ministerialidad de la Iglesia, que sirve a la humanidad actualizando la liberación integral realizada en Jesucristo; en el carácter bautismal, por el que todo cristiano participa de la misión ministerial de la Iglesia por obra del Espíritu y en la opción preferencial por los jóvenes asumida por la Iglesia Latinoamericana, como fruto del discernimiento sobre

TIPOLOGIA DEL ASESOR DE JUVENTUD

 Es bueno conocer algunas actitudes que un asesor de juventud debe evitar cómo no ser o El ausente Es aquel que está pero no está; se encuentra en la reunión de grupo, pero pensando en sus actividades siguientes o sólo Dios sabe en qué. Está hablando con un joven, pero no lo escucha realmente y hasta le dice cosas que no tienen nada que ver con lo que el joven le está presentando. Ausente de mente, ausente de corazón, ausente porque no se involucra en lo que está, realmente no le importa. o El asesor y el gabinete Tiene sus tres o cuatro preferidos. A todos lados va con ellos, aparecen en todo, no promueve a los demás. Es muy común que un asesor se rodee de las personas que no lo cuestionan, lo hacen sentir bien, lo apapachan, le siguen la corriente en todo. o El genio Tiene ideas geniales, todas ya elaboradas, no deja participar en ellas, sino sólo en ejecutarlas. No admite correcciones. No valora las ideas de los otros. o El siempre ocupado Cita a dos o tres perso

Institutos de Pastoral Juvenil y Casas de la Juventud

 Como un medio por el cual se han ido construyendo a lo largo de los últimos años teorías a partir de la reflexión del trabajo pastoral con jóvenes, surgieron a principios de la década de los setenta, con base en el Documento de Medellín, algunos institutos de pastoral juvenil en distintos países de América Latina. El primero de estos institutos fue el Instituto de Pastoral Juvenil en Bogotá (IPLAJ), el cual fue aprobado directamente por la presidencia del CELAM en el año 1970. Este instituto marcó pauta para todos aquellos centros de instrucción en pastoral juvenil que se irían creando poco a poco en América Latina. El objetivo principal del IPLAJ era “formar educadores para la educación asistemática en la fe, o en estructuras eclesiales, pero fuera de la formación dada en clases de religión” (Vela, 1998, 209). Para darle mayor consistencia a la idea de este instituto, la universidad Javeriana de Bogotá integró el curso a la oferta de materias de la facultad de educación. Es en es

Tipos de Asesor

 La bibliografía clásica sobre el tema de la animación y la asesoría plantea principalmente cuatro tipos de actitudes que pueden presentarse en el asesor: 1. El autoritario: es el “dueño” del grupo, quien por sí solo va dirigiendo todo lo que sucede a su alrededor. Puede hacerlo de manera explícita o mediante la manipulación sutil. Él se considera el dueño de la verdad y por lo tanto el único capaz de dirigir al grupo. Podría definirse también como el “jefe” del grupo. 2. El paternalista: lucha por complacer en todo a los miembros del grupo, no es claro en sus posiciones y entreteje una serie de relaciones que aparentan una paz en medio de un conflicto subyacente. Normalmente el paternalista no lo hace conscientemente, sino que surge por la necesidad de ser querido que tiene el asesor. Por lo tanto, parece ser una persona afectivamente inmadura, escondiéndose detrás del prestigio y experiencia frente al grupo, por lo que su palabra pasa a ser la última. 3. El permisivo: este as

Perfil del Asesor

 El asesor de Pastoral Juvenil es una persona que se convierte en modelo para los jóvenes, en quien ellos ven un ejemplo de ser cristiano, a pesar de las fallas que pueda presentar en su vida. Al hablar de ser ejemplo, la referencia es en cuanto a la intensidad de la vida cristiana del asesor. Por eso, es importante resaltar en estas páginas, la presencia de asesores que pueden vivir su fe desde las distintas opciones de vida que presenta la Iglesia: sacerdocio, vida consagrada, matrimonio, soltería... De hecho, favorece a la vida del joven que conozca distintos asesores cuya vivencia del mensaje del Evangelio sea radical, potenciando el estado de vida que ha elegido. Lo ideal es que el asesor posea una experiencia vivencial del proceso de educación en la fe, y se encuentre en la etapa de la militancia (CELAM, 1993), por lo tanto ya habrá descubierto las etapas que ha recorrido y podrá comprender el proceso por el cual pasan los jóvenes. En ocasiones, algunos asesores no han madu

La Formación de Grupos Juveniles: Tarea del Asesor

 Los diferentes documentos eclesiales que hablan sobre el tema de la pastoral juvenil afirman que los jóvenes son los primeros evangelizadores de otros jóvenes. Esto se ha comprobado en los últimos treinta años. Sin embargo, se crea el problema que han presentado algunos de los participantes del grupo, sobre la formación de los grupos juveniles. En ocasiones llega un joven con muy buenas intenciones, a lo mejor con buena preparación para ejercer el rol de animador o hasta asesor joven, pero con todas las características (en su gran cantidad de aspectos positivos y negativos) de la juventud actual, que incluyen el inmediatismo y la inconstancia. La experiencia repetida en muchas partes es que en las ciudades como Caracas, a grandes esfuerzos de convocatorias se ven pocos resultados. Los jóvenes que quedan encargados de la formación de los grupos juveniles se desaniman ante los resultados y abandonan la tarea. La conclusión a la que el grupo llegó en la discusión, así como en la el

Formación de Asesores

 Al tratar el tema de la formación de los asesores de pastoral juvenil se constata la afirmación de Boran (1995) sobre la escasa bibliografía existente relacionada al tema. Los autores coinciden de una u otra forma en que la mejor formación para un asesor es haber vivido el proceso de formación dentro de un grupo juvenil. Pero esta no es la única vía de formación. También se proponen cursos, talleres, seminarios y grupos de asesores. La visión que tenía el asesor anteriormente, cuando era un joven dentro del grupo juvenil, es diferente a la que posee al ser llamado para asesorar al grupo. Habrá aprendido con los modelos que tuvo en su proceso tanto las cualidades como los vicios que presentaron sus asesores. Por otra parte, es con un proceso de ensayo y error al encontrarse por primera vez con el grupo como comienza a ajustarse y a adquirir experiencia; aunque ese tipo de experiencia puede salir cara cuando, muy a pesar de las buenas intenciones, el asesor es sobrepasado por situ

El Asesor: Peregrino en Continua Conversión.

 El seguimiento de Jesús sólo se puede realizar desde la realidad de cada quien. Así lo entiende el asesor, por lo que aún comprendiendo su debilidad es capaz de levantarse y continuar el camino. De hecho, el que descubre el sentido de la conversión en su vida, entiende su debilidad y la del otro, por lo que con corazón misericordioso tiende la mano al compañero caído en un gesto de solidaridad de pecadores que desean cambiar sus vidas. Al hablar de conversión se corre el riesgo de dejarla como algo abstracto, o una serie de acciones externas que se realizan. La verdadera conversión va más allá. Tiene un momento clave que inicia el proceso de cambio desde lo más íntimo del ser. Alaiz (1993, 72) explica claramente en qué consiste la conversión: “La conversión radical es enamorarse, comprometerse de por vida, llegar a no entender la vida sin el otro. La conversión continua es hacer realidad, en la cotidianidad, en la convivencia ese compromiso matrimonial, hacer veraz ese amor en t

El Asesor: Ser Festivo y Celebrativo.

 En medio de una juventud que muchas veces se encuentra sumergida en lamentos o celebrando sin sentido, en el vacío, se hace necesaria la figura del asesor que, con su testimonio y palabras, llene de optimismo y sentido al joven. No se habla aquí de un optimismo idealista, se plantea la presencia de esa persona que sea capaz de descubrir aspectos positivos del muchacho, reconociéndole las capacidades que posee y animándole a desarrollarlas. Para eso es necesario vivir con los ojos bien abiertos, para apreciar, aceptar, afectar y atender al joven (Esteban, Rodríguez y Garralón, 1995). Así se logrará descubrir la fiesta que es el otro, con una alegría que es sincera y sale del fondo del corazón. También es labor del asesor asumir la realidad lúdica de la juventud, aceptando sus símbolos y gestos, dándoles un sentido transformador y educando en las fiestas litúrgicas. En medio de la desesperanza y la tristeza, del sin sentido de la vida, los jóvenes están hambrientos de testigos q

El Asesor: Persona Espiritual

 No es éste el lugar para hacer un tratado de espiritualidad, sin embargo, es necesario hacer una breve referencia al término puesto que esta característica es esencial para el perfil del asesor de pastoral juvenil. Al hablar de espiritualidad se encuentra la dificultad de la cantidad de conceptos de la misma que se posee actualmente. Seguramente, al escuchar el término, el primer pensamiento que surge es “la idea de un jardín inútil o de un peligroso refinamiento aristocrático”, como escribe S. de Fiore (1991, 618), y la imagen que se forma es la del ermitaño o el monje dedicado a la oración contemplativa, o aquél que siempre está en las nubes. La espiritualidad de la que se prefiere hablar hoy en día, y sobre todo en América Latina, es una espiritualidad encarnada en la realidad. Por esto, el asesor necesita desarrollar la habilidad para dar sentido a la vida del joven, y a la propia vida, desde una mística de ojos abiertos (Quinzá, 2000) que facilite ver el rastro de Dios por

El Asesor: Persona Comunitaria

 Al entenderse el asesor como una persona que se encuentra en continua formación, se descubre necesitado de compartir sus experiencias y nutrirse de la vida de quienes, como él, se encuentran involucrados en la aventura de asesorar a los jóvenes. Una de las formas de solucionar este reto es la creación de coordinaciones de asesores. Son grupos que se reúnen tanto para compartir sus experiencias pastorales, realizando una reflexión teórica que parte de la práctica, como para planificar actividades en conjunto. En Venezuela existe la experiencia única por ahora en América Latina de la Coordinación de Movimientos Juveniles, la cual surgió en el año 1998 motivada por el Departamento de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Venezolana. Este grupo de asesores se reúne una vez al mes para compartir el estudio de un tema previamente seleccionado y facilitado por alguno de los asistentes. Así, los asesores están llamados a formar una comunidad eclesial entre ellos, en la cual se vea

El Asesor: Líder Cristiano.

 Un buen asesor debe ser capaz de motivar a los jóvenes a la acción. Al reconocer el protagonismo de los jóvenes en la pastoral juvenil, se comprende la tarea del asesor como aquél que está liderando la acción desde el silencio y el servicio. El asesor se confronta con la persona de Jesús y el liderazgo que este último ejerció y se muestra en los Evangelios. Es vivir una nueva manera de ser líder, diferenciándose del jefe o el administrador a quienes le interesa mandar y hacer cosas. El asesor busca una nueva manera de vivir su liderazgo, centrándose en el grupo más que en sí mismo. Está en una continua búsqueda de las causas, antes de llegar al cómo, para lograr soluciones eficaces a la situación (Cornejo, 1995). En su afán por el caminar del grupo, involucra a cada miembro para que juntos sean responsables de lo que sucede. Como buen líder, el asesor será también un catalizador para la solución de los conflictos y creará comunión entre los miembros del grupo. Escucha, observa

El Asesor: Educador en la Fe.

 Ser asesor del grupo no es una tarea de unas cuantas horas a la semana, sino que es una actitud frente a la vida y los jóvenes. No se es asesor nada más de aquellos que pertenecen al grupo juvenil con el que se tiene contacto, sino de todos los jóvenes que se encuentran por el camino. Así, la vocación del asesor de pastoral juvenil es también una vocación a ser educador en la fe. Este educador se preocupa por el proceso formativo que sigue cada uno de los jóvenes. Por lo tanto, es una persona que se ha preparado profesionalmente para realizar su tarea, buscando siempre nuevos métodos para lograr su misión. Es un educador cercano, que con el contacto diario entusiasma y forma, a la vez que se deja formar por el grupo. Su modelo a seguir es el Maestro, Jesucristo, cuya pedagogía estudia y aplica. Un asesor que no eduque en la fe será como una gran campana que no puede producir sonidos. El asesor es más que una figura decorativa o autoritaria dentro del grupo, es aquél que se pre

El Asesor: Persona en Camino a la Madurez

 El ser humano se entiende a sí mismo como un misterio creado que se encuentra en proceso de construcción (Moral, 1999). Este es un principio básico de la antropología teológica, en la cual se plantea la individualidad y unicidad del ser, llamado por el Trascendente a realizarse en todo su ser. El asesor es una persona que ha recorrido algún camino en su vida; esa es la única manera como realiza su función, puesto que nadie puede acompañar ni guiar sin experiencias que avalen su asesoría. Él se sabe inacabado, convive en paz con sus defectos y sus virtudes, se acepta como persona, ha superado una serie de conflictos internos colocando cada cosa en su lugar. En eso consiste la madurez, es el equilibrio que se va alcanzando en el interior de la persona, basando la vida en valores profundos aceptados de manera consciente por el individuo. En otras palabras, la madurez es estabilizar las dimensiones humanas del cuerpo, razón y afecto orientándolas hacia la verdadera libertad que muev

El Asesor: Ayuda para discernir.

La juventud es la etapa más importante en la vida de la persona porque precisamente allí se toman decisiones trascendentales para su ser. Es el momento en el cual el joven elige opciones que marcarán el resto de su vida: qué carrera estudiar, el hombre o la mujer que será su esposo o esposa, estilos de vida que se asumen... La preocupación del asesor de pastoral juvenil y el conocimiento que tiene de cada uno de los jóvenes en particular, le llevan a colaborar con los muchachos en su búsqueda existencial. Gracias a la objetividad alcanzada por este adulto en su proceso de maduración personal, posee elementos que permiten situar al joven frente al mundo en el que vive, con una visión crítica sobre la historia que construye cada miembro del grupo. La metodología más común que utilizan los asesores de pastoral juvenil para ayudar en el discernimiento es la confección del proyecto de vida personal. Ellos saben que no deben decidir por los jóvenes, sino brindarles las herramientas ade

El Asesor: Amigo que Acompaña.

El joven necesita algunas referencias por parte de los adultos que le ayuden en su crecimiento. No es ser simplemente el adulto que está allí vigilando el comportamiento de los jóvenes; es ser una persona que se ha ganado el respeto y la confianza de los jóvenes por su cercanía y claridad, por su espontaneidad y apertura a los demás, por su exigencia y fidelidad al otro. Este asesor comienza a compartir con los jóvenes las intimidades de ellos, cosas que con mucha dificultad podrían expresar a sus amigos, pero que con naturalidad las tratan con su asesor. Esta característica también exige un equilibrio, comprendiendo que se es amigo del joven a un nivel distinto del existente entre ellos mismos. El respeto por esa camaradería que poseen los jóvenes entre sí, y comprender que será otro tipo de relación con el asesor, ayuda a que el joven le tenga confianza y comprenda la posición del asesor frente al grupo

Definición de Asesores

 De las distintas discusiones y entrevistas realizadas, se descubre desde la praxis algunas dimensiones no contempladas en la definición básica de Asesoría presentada por la bibliografía (CELAM, 1995, 275). En la siguiente definición se presenta en negrillas aquellos aportes significativos a la bibliografía. Se define Asesor como un cristiano joven o adulto llamado por Dios para ejercer el ministerio de acompañar, en nombre de la Iglesia, los procesos de educación en la fe de los jóvenes, asumiendo la tarea de verificar la presencia de los valores del Reino de Dios en la totalidad de la vida del joven. Se agrega la palabra joven para extender la definición a los asesores jóvenes. Cada vez más, en el proceso del curso se veía la importancia de ser testigos de la fe para el joven, pero se descubrió que mucho más importante es ser portador de la buena noticia de Dios para el mismo joven. En ocasiones se tiene éste último como un aspecto tácito, pero es precisamente el que marca la dife

Asesoramiento y Acompañamiento.

 Desde el contraste de las diversas experiencias, y como resultado de las discusiones y aportes de todos los involucrados, se concluyó que el Asesoramiento no es lo mismo que el Acompañamiento. Si bien el último forma parte del primero, no obstante el Asesoramiento es solamente Acompañamiento. Se define Acompañamiento como el proceso mediante el cual se camina junto al joven en su proceso de crecimiento en la fe. Esta tarea, a pesar de ser parte de la labor del Asesor, también puede ser realizada por un agente externo al grupo juvenil, y es la labor esencial de un director espiritual o del encargado de hacer seguimiento al proyecto de vida del joven. Asumiendo la definición del CELAM (1995, 275) sobre asesor de pastoral juvenil y realizando el aporte específico de los presentes autores, se define Asesoría como el ministerio encargado por la Iglesia de acompañar los procesos de educación en la fe de los jóvenes, de manera tal que la vida del grupo juvenil sea un claro anuncio de l

Área de Espiritualidad del asesor de Juventud

                                                            El asesor de pastoral juvenil debe ser un verdadero maestro de espiritualidad para los jóvenes. Pero para ello, primeramente, él mismo debe vivir con convicción profunda una espiritualidad renovada, que tome en cuenta la realidad actual, que sea fuente de comunión y participación en el misterio de la trinidad, del cual somos todos partícipes desde nuestro bautismo.   La mayor tarea del asesor de pastoral juvenil es esta: invitar a los jóvenes a un encuentro de conversión con el Padre, por medio del conocimiento de Hijo, en la gracia dada a través del Espíritu Santo. Por eso, el asesor debe ser un hombre o una mujer de oración, que de respuestas a problemas concretos desde los valores evangélicos, que sirva de referencia para el joven. En otras palabras, sin importar su “estado clerical”, será un verdadero padre o madre espiritual para todos los jóvenes a quienes estará acompañando. Aquí el problema que se consigue es el ac

III Congreso latinoamericano de Jovenes Venezuela 2010

 III Congreso Latinoamericano de Jóvenes 05 al 12 de Septiembre 2010 TEMA Jóvenes de América Latina Discípulos Misioneros de Jesucristo hoy Para la vida de nuestros pueblos LEMA Caminemos con Jesús para dar vida a nuestros pueblos Tomando en cuenta las orientaciones de “Civilización del Amor. Tarea y Esperanza” y las reflexiones que han surgido en los últimos Encuentros Latinoamericanos y Regionales de Pastoral Juvenil, así como el II Congreso Latinoamericano (Punta de Tralca, 1998), a la luz del Documento de Aparecida y ante los desafíos presentes en las diversas realidades del Continente, la Pastoral Juvenil Latinoamericana se propone para el III Congreso Latinoamericano de Jóvenes: OBJETIVO GENERAL ACTUALIZAR LAS ORIENTACIONES DE LA PASTORAL JUVENIL LATINOAMERICANA QUE FAVOREZCAN EL ENCUENTRO DE LOS Y LAS JÓVENES CON JESUCRISTO Y LA CONSTRUCCIÓN DE SU PROYECTO DE VIDA, ASUMIENDO EL DISCIPULADO MISIONERO, PARA LA TRANSFORMACIÓN DE NUESTROS PUEBLOS. OBJETIV