De las distintas discusiones y entrevistas realizadas, se descubre desde la praxis algunas dimensiones no contempladas en la definición básica de Asesoría presentada por la bibliografía (CELAM, 1995, 275). En la siguiente definición se presenta en negrillas aquellos aportes significativos a la bibliografía.
Se define Asesor como un cristiano joven o adulto llamado por Dios para ejercer el ministerio de acompañar, en nombre de la Iglesia, los procesos de educación en la fe de los jóvenes, asumiendo la tarea de verificar la presencia de los valores del Reino de Dios en la totalidad de la vida del joven.
Se agrega la palabra joven para extender la definición a los asesores jóvenes. Cada vez más, en el proceso del curso se veía la importancia de ser testigos de la fe para el joven, pero se descubrió que mucho más importante es ser portador de la buena noticia de Dios para el mismo joven. En ocasiones se tiene éste último como un aspecto tácito, pero es precisamente el que marca la diferencia entre una pedagogía inductiva y otra deductiva. Ciertamente la propuesta del los procesos de educación en la fe presentan como base descubrimiento de la presencia de Dios en la vida del joven, pero una cosa es descubrirlo y otra es verificar la presencia de los valores del Reino en todas las circunstancias de la vida del joven. Esto es más que acompañar, es vivir con el joven esos valores, es que el asesor tenga la humildad de ser discípulo con el joven, compartiendo también con él sus cansancios y alegrías, formando una comunidad de cristianos que buscan vivir al estilo de Jesús.