La juventud es la etapa más importante en la vida de la persona porque precisamente allí se toman decisiones trascendentales para su ser. Es el momento en el cual el joven elige opciones que marcarán el resto de su vida: qué carrera estudiar, el hombre o la mujer que será su esposo o esposa, estilos de vida que se asumen...
La preocupación del asesor de pastoral juvenil y el conocimiento que tiene de cada uno de los jóvenes en particular, le llevan a colaborar con los muchachos en su búsqueda existencial. Gracias a la objetividad alcanzada por este adulto en su proceso de maduración personal, posee elementos que permiten situar al joven frente al mundo en el que vive, con una visión crítica sobre la historia que construye cada miembro del grupo.
La metodología más común que utilizan los asesores de pastoral juvenil para ayudar en el discernimiento es la confección del proyecto de vida personal. Ellos saben que no deben decidir por los jóvenes, sino brindarles las herramientas adecuadas para construir sus vidas desde los dones, carismas y dificultades que han recibido en la propia vida; es develar la presencia de Dios en la historia de cada miembro del grupo. Como ya el asesor ha realizado su proyecto de vida, invita a los jóvenes a plantearse objetivos, metas y actividades concretas que les ayuden a descubrir su verdadera vocación y a crecer como personas y como cristianos.
La preocupación del asesor de pastoral juvenil y el conocimiento que tiene de cada uno de los jóvenes en particular, le llevan a colaborar con los muchachos en su búsqueda existencial. Gracias a la objetividad alcanzada por este adulto en su proceso de maduración personal, posee elementos que permiten situar al joven frente al mundo en el que vive, con una visión crítica sobre la historia que construye cada miembro del grupo.
La metodología más común que utilizan los asesores de pastoral juvenil para ayudar en el discernimiento es la confección del proyecto de vida personal. Ellos saben que no deben decidir por los jóvenes, sino brindarles las herramientas adecuadas para construir sus vidas desde los dones, carismas y dificultades que han recibido en la propia vida; es develar la presencia de Dios en la historia de cada miembro del grupo. Como ya el asesor ha realizado su proyecto de vida, invita a los jóvenes a plantearse objetivos, metas y actividades concretas que les ayuden a descubrir su verdadera vocación y a crecer como personas y como cristianos.