Como un medio por el cual se han ido construyendo a lo largo de los últimos años teorías a partir de la reflexión del trabajo pastoral con jóvenes, surgieron a principios de la década de los setenta, con base en el Documento de Medellín, algunos institutos de pastoral juvenil en distintos países de América Latina.
El primero de estos institutos fue el Instituto de Pastoral Juvenil en Bogotá (IPLAJ), el cual fue aprobado directamente por la presidencia del CELAM en el año 1970. Este instituto marcó pauta para todos aquellos centros de instrucción en pastoral juvenil que se irían creando poco a poco en América Latina. El objetivo principal del IPLAJ era “formar educadores para la educación asistemática en la fe, o en estructuras eclesiales, pero fuera de la formación dada en clases de religión” (Vela, 1998, 209). Para darle mayor consistencia a la idea de este instituto, la universidad Javeriana de Bogotá integró el curso a la oferta de materias de la facultad de educación. Es en este instituto donde por primera vez se intenta dar una formación para aquellas personas que trabajaran con jóvenes a nivel de Asesor o de orientador.
Entre las funciones específicas que realizaba el IPLAJ para lograr el adiestramiento de asesores de Pastoral Juvenil, hacía énfasis en la formación de los siguientes campos:
1. Asesores de grupos juveniles a todos los niveles: tanto eclesiales como extra eclesiales.
2. Orientadores personales a nivel de consejería o educación de la fe.
3. Trabajo a nivel de las estructuras en la Pastoral Juvenil.
El IPLAJ trabajó con algunas grandes líneas que marcaron la formación brindada por el Instituto, las cuales de una u otra forma han marcado el trabajo posterior de otros centros de adiestramiento para la Pastoral de Juventud.
Estas líneas fueron, tal y como las apunta Velez (1998):
1. Una opción decidida por los pobres y por los jóvenes.
2. La línea liberadora y evangelizadora de Medellín, especialmente marcada en los documentos sobre la opción por la justicia y la paz, la pastoral juvenil, la catequesis y la pastoral de conjunto.
3. Una educación para el cambio de estructuras pastorales y sociales inadecuadas.
4. Una pastoral que siguiese las etapas de la educación de la fe, haciendo énfasis en la evangelización y en la iniciación en la fe hasta la opción apostólica.
5. Un esfuerzo de integración personal y comunitaria, teniendo en cuenta los tiempos difíciles del post-concilio.
6. Una capacitación para la pastoral juvenil en los diferentes campos del diálogo pastoral, la dinámica de grupos, las comunidades de base, la evangelización , la catequesis y la pastoral vocacional.
Así, se fue creando un programa de formación de Asesores de grupos juveniles, con una duración de dos años, de manera tal que aquellos individuos que tuvieran una formación teológica filosófica, con estos dos años de estudios podían obtener el título de Licenciado en Educación con Especialización en Teología Pastoral.
El IPLAJ funcionó entre los años 70 y 78, cuando se cambió la forma del programa al Seminario de Planificación Pastoral ofrecido por la Casa de la Juventud de Bogotá.
El concepto de Casa de la Juventud es un poco distinto al de Instituto de Pastoral Juvenil. Mientras que el segundo pretende brindar formación teórico práctica a los agentes de pastoral juvenil, el primero es “el sitio desde donde se promueve y coordina una serie notable de actividades en servicio de la juventud” (CELAM, 1982, 157-158). Por lo tanto, la Casa de la Juventud está más encargada de la promoción de los mismos jóvenes, mientras que los institutos se centran en la formación para la investigación de la realidad juvenil.
Desde esa perspectiva, en el año 1978 se crea el Seminario de Planificación Pastoral, en la Casa de la Juventud de Bogotá. Se caracteriza por partir desde la realidad del pastoralista, aplicando la metodología ver, juzgar y actuar.
A partir de esa experiencia han surgido diversas ofertas a lo largo del continente como son los cursos del Instituto Superior de Pastoral Juvenil (ISPAJ) de Chile, o el proceso Profetas de Esperanza del Instituto Fe y Vida en Norteamérica, y otros más.
Es importante resaltar que en el año 1999, el Instituto de Pastoral Juvenil de Porto Alegre (Brasil), junto con la Universidad Unisinos, preparó un curso de especialización en juventud a nivel de postgrado, el cual está dirigido a toda clase de participantes. Y ya en este momento se encuentran ofreciendo el segundo curso a ser desarrollado en el primer semestre del año 2001.
Para poder tener una idea de las diferentes ofertas realizadas por los institutos y casas de la juventud de América Latina, se presenta en el cuadro 3 una comparación entre algunos de los cursos y seminarios ofrecidos para la formación de asesores, resaltando los objetivos, duración, temática y metodología empleados.
Sejuve en Honduras
se esta acompañando un proceso en la Santa Teresa de Jesús para reorganizar a la pastoral juvenil en dicha parroquia.
2. se esta brindando asesoria al equipo coordinador de la Pastoral Arquidiocesana, especificamente para la comunidad de asesores que existe en la diocesis.
en el ambito regional.
Sejuve esta preparando la realización de un encuentro de la red de institutos latinoamericanos de formación para agentes de pastoral juvenil, dicho encuentro se realizará el año que viene en El Salvador.
El primero de estos institutos fue el Instituto de Pastoral Juvenil en Bogotá (IPLAJ), el cual fue aprobado directamente por la presidencia del CELAM en el año 1970. Este instituto marcó pauta para todos aquellos centros de instrucción en pastoral juvenil que se irían creando poco a poco en América Latina. El objetivo principal del IPLAJ era “formar educadores para la educación asistemática en la fe, o en estructuras eclesiales, pero fuera de la formación dada en clases de religión” (Vela, 1998, 209). Para darle mayor consistencia a la idea de este instituto, la universidad Javeriana de Bogotá integró el curso a la oferta de materias de la facultad de educación. Es en este instituto donde por primera vez se intenta dar una formación para aquellas personas que trabajaran con jóvenes a nivel de Asesor o de orientador.
Entre las funciones específicas que realizaba el IPLAJ para lograr el adiestramiento de asesores de Pastoral Juvenil, hacía énfasis en la formación de los siguientes campos:
1. Asesores de grupos juveniles a todos los niveles: tanto eclesiales como extra eclesiales.
2. Orientadores personales a nivel de consejería o educación de la fe.
3. Trabajo a nivel de las estructuras en la Pastoral Juvenil.
El IPLAJ trabajó con algunas grandes líneas que marcaron la formación brindada por el Instituto, las cuales de una u otra forma han marcado el trabajo posterior de otros centros de adiestramiento para la Pastoral de Juventud.
Estas líneas fueron, tal y como las apunta Velez (1998):
1. Una opción decidida por los pobres y por los jóvenes.
2. La línea liberadora y evangelizadora de Medellín, especialmente marcada en los documentos sobre la opción por la justicia y la paz, la pastoral juvenil, la catequesis y la pastoral de conjunto.
3. Una educación para el cambio de estructuras pastorales y sociales inadecuadas.
4. Una pastoral que siguiese las etapas de la educación de la fe, haciendo énfasis en la evangelización y en la iniciación en la fe hasta la opción apostólica.
5. Un esfuerzo de integración personal y comunitaria, teniendo en cuenta los tiempos difíciles del post-concilio.
6. Una capacitación para la pastoral juvenil en los diferentes campos del diálogo pastoral, la dinámica de grupos, las comunidades de base, la evangelización , la catequesis y la pastoral vocacional.
Así, se fue creando un programa de formación de Asesores de grupos juveniles, con una duración de dos años, de manera tal que aquellos individuos que tuvieran una formación teológica filosófica, con estos dos años de estudios podían obtener el título de Licenciado en Educación con Especialización en Teología Pastoral.
El IPLAJ funcionó entre los años 70 y 78, cuando se cambió la forma del programa al Seminario de Planificación Pastoral ofrecido por la Casa de la Juventud de Bogotá.
El concepto de Casa de la Juventud es un poco distinto al de Instituto de Pastoral Juvenil. Mientras que el segundo pretende brindar formación teórico práctica a los agentes de pastoral juvenil, el primero es “el sitio desde donde se promueve y coordina una serie notable de actividades en servicio de la juventud” (CELAM, 1982, 157-158). Por lo tanto, la Casa de la Juventud está más encargada de la promoción de los mismos jóvenes, mientras que los institutos se centran en la formación para la investigación de la realidad juvenil.
Desde esa perspectiva, en el año 1978 se crea el Seminario de Planificación Pastoral, en la Casa de la Juventud de Bogotá. Se caracteriza por partir desde la realidad del pastoralista, aplicando la metodología ver, juzgar y actuar.
A partir de esa experiencia han surgido diversas ofertas a lo largo del continente como son los cursos del Instituto Superior de Pastoral Juvenil (ISPAJ) de Chile, o el proceso Profetas de Esperanza del Instituto Fe y Vida en Norteamérica, y otros más.
Es importante resaltar que en el año 1999, el Instituto de Pastoral Juvenil de Porto Alegre (Brasil), junto con la Universidad Unisinos, preparó un curso de especialización en juventud a nivel de postgrado, el cual está dirigido a toda clase de participantes. Y ya en este momento se encuentran ofreciendo el segundo curso a ser desarrollado en el primer semestre del año 2001.
Para poder tener una idea de las diferentes ofertas realizadas por los institutos y casas de la juventud de América Latina, se presenta en el cuadro 3 una comparación entre algunos de los cursos y seminarios ofrecidos para la formación de asesores, resaltando los objetivos, duración, temática y metodología empleados.
Sejuve en Honduras
se esta acompañando un proceso en la Santa Teresa de Jesús para reorganizar a la pastoral juvenil en dicha parroquia.
2. se esta brindando asesoria al equipo coordinador de la Pastoral Arquidiocesana, especificamente para la comunidad de asesores que existe en la diocesis.
en el ambito regional.
Sejuve esta preparando la realización de un encuentro de la red de institutos latinoamericanos de formación para agentes de pastoral juvenil, dicho encuentro se realizará el año que viene en El Salvador.